José Antonio Velásquez Costa


José Antonio Velásquez Costa
email: jvelasquezc@peru.com

Magíster en Ingeniería con mención en Planeamiento y Gestión Empresarial por la Universidad Ricardo Palma, con especialización en Brasil y Colombia en temas de Automatización Industrial, Robótica e Innovación Tecnológica. Especialista en Gestión de Proyectos por procesos bajo el enfoque del PMI. Miembro del comité editorial de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas de Bogotá Colombia. Conferencista y jurado internacional. Ha publicado varios artículos relacionados con el área de Automatización e Innovación. Pertenece al Colegio de Ingenieros del Perú. Miembro directivo de ISA-USA (International Society of Automation). Docente de Pregrado (URP). Instructor externo certificado de la empresa FESTO-Alemania. Docente de Diplomados Internacionales en Automatización Industrial organizado por FESTO. Jefe del Laboratorio de Automatización y Robótica - CIM de la Universidad Ricardo Palma. Formulador de Proyectos de Innovación Tecnológica para fondos concursables (FINCYT - FIDECOM - BID). Coordinador General de Proyectos de Innovación Tecnológica en la URP. Asesor y jurado de tesis de Pre y Posgrado. Consultor de empresas públicas y privadas. Docente de Posgrado.

martes, 19 de febrero de 2013

Logran generar la sensación de tacto con un implante cerebral y luces infrarrojas


La técnica permitiría que pacientes amputados puedan recuperar esa capacidad con manos y piernas biónicas
Las manos y piernas biónicas permiten a las personas amputadas correr, dar patadas, coger objetos, cocinar, conducir, maquillarse y camuflarse, casi, como si fueran sus propias extremidades. Pero, por sofisticada que sea, todavía ninguna devuelve el tacto perdido. Ni la sensación de una caricia ni el placer de caminar por la arena. El reto que se ha planteado un equipo de neurobiólogos de la Universidad de Duke (Estados Unidos) es devolver esa sensación, que las personas con miembros artificiales vuelvan a tocar y a sentir. De momento, lo han conseguido en ratas, con una estrategia que requiere un implante cerebral y señales infrarrojas. El estudio que ha dirigido Miguel Nicolelis se publica en la revista «Nature Communications». Los investigadores colocaron a un grupo de ratas un implante en el cerebro conectado a un detector de infrarrojos. El dispositivo se colocó en la zona del cerebro encargada de procesar la información relacionada con el sentido del tacto para que interpretase la luz como una sensación de contacto. Las ratas no son capaces de ver la luz infrarroja, pero sí pudieron «tocarla» en el laboratorio. En el experimento respondieron tanto al sentido de tacto simulado por los sensores de luz infrarroja como al tacto real al tocarles los bigotes. De alguna manera, las células del cerebro pueden procesar ambos tipos de información: la creada por la luz y la real.

Plasticidad cerebral
Esta plasticidad del cerebro anima al grupo de Duke a pensar que se podría estimular una gama más amplia de células neuronales para que el cerebro se adapte a nuevas fuentes sensoriales . El grupo de Miguel Nicolelis lleva años trabajando en fórmulas que permitan a los tetrapléjicos controlar sus extremidades, tanto reales como virtuales, con el control de la mente. Lo hacen integrando el cerebro humano con las máquinas. Entre otros avances, este equipo de científicos han conseguido que personas sin movilidad en brazos y manos pudieran mover sus prótesis solo con el pensamiento. O que monos, sin mover ninguna parte de su cuerpo, pudieran servirse de la actividad eléctrica del cerebro para mover unas manos virtuales, tocar objetos y reconocer sus texturas.

Un exoesqueleto para Brasil 2014
Su próximo objetivo es poner a punto un exoesqueleto de cuerpo entero que podría presentarse en la ceremonia inaugural de la Copa Mundial de Fútbol, en junio de 2014, en Brasil. Este exoesqueleto, en el que trabaja un equipo internacional de científicos, permitirá a personas inmovilizadas recuperar tanto las capacidades motoras como sensoriales. Nicolelis podría incorporar los sensores infrarrojos al exoesqueleto para que los pacientes que usen el traje reciban información sensorial de sus extremidades y sientan los objetos cuando los toquen.

Fuente: ABC Periódico Electrónico S.A.

No hay comentarios:

Publicar un comentario